Este es el objetivo del proyecto de investigación europeo HARNESSTOM, en el que participa CTAEX
Una unión de empresas de reproducción vegetal, científicos y agricultores tratan de aumentar la resistencia y calidad de variedades de tomate a través de una iniciativa de investigación impulsada por la Unión Europea. Se trata del proyecto HARNESSTOM, que está compuesto por 22 instituciones y coordinado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Hay que tener en cuenta que el tomate es una hortaliza ampliamente cultivada y consumida, pero con una diversidad genética reducida, lo cual la hace vulnerable a las enfermedades emergentes y al cambio climático. En este contexto, este conglomerado multidisciplinar se encarga de recoger información existente y normalizarla con objeto de realizar después modificaciones genéticas que aporten mejoras al tomate.
En concreto, el proyecto tiene previstas cuatro áreas de actuación para hacer frente a los desafíos más importantes del sector productor: introducir resistencias contra enfermedades emergentes; mejorar la tolerancia del tomate al cambio climático; mejorar su calidad; y aumentar la resistencia del tomate tradicional europeo. De otra parte, también se buscará aumentar la velocidad y eficiencia de los programas de mejora.
Asimismo, todos los avances conseguidos se volcarán a una plataforma unificada de gestión, con información e instrumentos sobre germoplasma de tomate en pro de la divulgación y para que se protejan los intereses de todos los implicados. De esta forma, se podrán trasladar materiales, conocimientos y técnicas del mundo académico e industrial, al sector productivo atendiendo a sus necesidades comerciales.
El Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario participará activamente en diferentes líneas de trabajo. En su finca experimental, se evaluará la respuesta al estrés, así como la estabilidad y robustez en diferentes condiciones de las variedades seleccionadas. Y también se trabajará en la difusión y explotación de los resultados.
En definitiva, se espera que HARNESSTOM genere una valorización de los recursos genéticos y la propiedad intelectual, que será explotada con prioridad dentro de CTAEX y eventualmente por el resto de la comunidad de cultivadores del tomate.
Este proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea en virtud del acuerdo de subvención n.o 101000716 superando los 8 millones de euros y el plazo de trabajo abarca los próximos cuatro años. Los socios que componen Harnesstom proceden de siete países: Bulgaria, Francia, Israel, Italia, Países Bajos, Taiwán y España.
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